lunes, 15 de febrero de 2010

El Jugador Sentado a la Derecha del Salidor (Jugador “B”)

Queridos Amigos, continuando con los conceptos anteriores atinentes a la salida, donde ya hemos hablado de la Salida al Doble, de la Salida Mixta, de las Manos de Ataque y las Manos Defensivas, del objetivo fundamental del Dominó (coger el mayor número de tantos y evitar que se lo cojan a uno). Ahora hablaremos del Jugador “B”, cual deberá ser su piedra de inicio.

Al respecto podemos inferir en varias variantes, por ejemplo:

El Jugador “B” debe iniciar siempre su piedra de ataque, es decir si el salidor sale por Doble Cuatro, el jugador “B” si se tiene mas de una para pegar, deberá castigar la salida con su mejor Cuatro, siempre y cuando sea su violín o tenga mayoría de éste, en el caso que solo tenga el cuatro uno (4/1) con Doble uno, y el cuatro tres (4/3) con algún otro tres, deberá hacer una pausa y jugar el cuatro tres (4/3), no debe iniciar nunca el doble en segunda, es decir no deberá jugar el cuatro uno (4/1), ya que de hacerlo, le estará indicando al compañero que lleva una serie que no domina, ya que solo le quedaría el doble uno. Esta situación aplica también en el caso de que el segundo cuatro sea fallo, se hará una pausa y se deberá castigar la salida con la falla.

En pocas palabras, nunca deben de castigar con el doble en segunda, al menos de que la jugada sea forzada, en el caso de que tengan el 4/1 al doble y el 4/3. Al doble, lógicamente iniciaremos con la mayor, en este caso con 4/3 con una mínima pausa,

Este razonamiento nos permite lo siguiente:
La base de guía generalmente, es la salida, si el contrario quiere desarrollar el juego de los cuatro su salida, bueno para sacarme el cuatro uno, me tendrá que dar la oportunidad de colocar primeramente el doble uno, claro si el salidor vuelve a cuadrar a su salida, es decir a cuatro, inmediatamente pegaré con el cuatro uno (4/1) sin pausa alguna, indicándole a mi compañero que solamente me queda el doble uno en la mano.

Amigos, la mayoría de las manos se ganan y se pierden en la piedra de inicio, por consiguiente es importantísimo tener claramente definida cual debe ser su piedra de inicio, repito cada vez que tengamos la opción de escogencia, nunca debemos iniciar nuestro doble en segunda, hacerlo es crear falsas expectativas al compañero, ya que le estaremos indicando un juego que no llevamos y mucho menos podrá ser de ataque. Esta situación aplica para cualquier doble en segunda, independientemente que sea doble 4/4, 5/5 y 6/6.

Ahora bien hablemos del jugador “C”, es decir, del compañero del salidor, cuando el jugador “B” pasa en la salida, el jugador “C” debe tener mucho cuidado con la piedra a iniciar, primeramente diremos que nunca deberá castigar la salida de su compañero con la falla, claro al menos que sea forzada la jugada, deberá dar la alta o la baja, pero nunca la falla, insistiré en esto: LA MAYORÍA DE LAS MANOS SE PIERDEN O SE GANAN EN LA PIEDRA JUGADA INICIALMENTE.

Hablemos ahora del Jugador “D”, éste tiene una gran responsabilidad de la conducción de mano, ya que siempre tendrá la opción de visualizar la fuerza ocurrida en la primera jugada tanto del compañero como del contrario, por consiguiente deberá conducir la mano de manera cautelosa o de ataque en función de su juego, si el compañero le inicio un juego firme en su jugada inicial, y éste no tiene ninguna o es su falla inicial, entonces deberá tratar de buscarle la entrada y el desarrollo de la piedra iniciada por el compañero, si tiene como reproducirle la carta iniciada, pues sencillamente desarrollará la mano del compañero devolviéndole la piedra iniciada.

Cuando el compañero pasa en la salida y solo tenemos una piedra para castigar la salida, y no es falla, ni tampoco es un violín a iniciar, aquí es cuando con más cautela debemos jugar, por ejemplo, si el jugador “C” al castigar la salida nos da la posibilidad de acostar algún doble, no duden en hacerlo, acuesten el doble, la única manera que no se justifica la acostada del doble, es que tengamos fallo la piedra a castigar del salidor, automáticamente al momento de acostar el doble se pueden producir muchas guías para visualizar, por ejemplo: que el salidor castigue su salida, bueno ya sabemos cual es su falla original, que pegue casualmente con la piedra que tenemos nosotros para castigar la salida y por último vamos a inferir en algo muy sencillo, SIEMPRE JUGARÁ UNA PIEDRA NUEVA PARA NUESTRO COMPAÑERO, este a su vez deberá informarnos de la fuerza que tiene a través de su pensada o de su jugada rápida y complementaremos con las piedras que están en nuestro poder. OJO, en el 95% de las veces que esto ocurra, siempre la pareja “B y D”, pasarán a desarrollar un juego defensivo, nunca de ataque, acuérdense que los juegos de ataque violentan la mano y este conlleva a la tranca, por consiguiente debemos tener cuidado al desarrollar nuestro juego. Por último que puede suceder, que las jugadas a iniciar o desarrollar por el Jugador “B” sean forzadas, bueno aquí no hay nada que decir, otra cosa, coloquen siempre los dobles en este caso (cuando nuestro compañero pasa en la salida), a veces es conveniente dejarlo cuadrar, para que ellos mismos castiguen su juego y lo agoten e inicien una piedra nueva, que bien pudiera ser nuestro juego de ataque, claro siempre deberá hacerse con cautela y evitando las posibilidades de la tranca.

Otra situación que se sucede con frecuencia, que al pasar en la salida nuestro compañero, el jugador “C”, al castigar nos permita desarrollar lo que llamamos el desarrollo y la pegada con la llave, sobre este tema lo desarrollaremos mas adelante ya que el mismo reviste de alta complejidad, esta jugada puede ser un Bumerang en el desarrollo de la mano. Así que el próximo tema a desarrollar será la pegada con la llave. Hasta la próxima entrega.

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